DÍA DE LA MEDICINA PERUANA

Dra. Andrea Alzamora / Medico - AC Medical

El 5 de octubre celebramos el Día de la Medicina Peruana en honor a la muerte de Daniel Alcides Carrión, estudiante de medicina que se inoculó el virus de la verruga peruana para analizar su evolución y sus síntomas, debido a esto es reconocido como mártir y héroe nacional. Conocer esto nos ayuda a formular y responder una gran pregunta, ¿qué queremos de nuestra medicina, de la medicina que se practica en el Perú, queremos seguir teniendo mártires y héroes nacionales, o personal capaz y entrenado para cambiar la realidad sanitaria que poseemos actualmente?

La medicina siempre ha sido vinculada a sentimientos de altruismo, sacrificio, inmolación, y muchos otros más que serían inconcebibles en muchas otras carreras; y sí, el trabajo es curar o mejorar la salud de seres humanos, el trabajo es cuidar y velar por el bienestar de seres humanos, el trabajo es promover los buenos cuidados y prácticas en general en seres humanos, pero también es verdad que quienes practican esta ciencia, los médicos, también son seres humanos.

En 1885 observamos la muerte de un estudiante de medicina y la celebramos, y hoy, 135 años después, no sólo seguimos observando lo mismo, sino que lo permitimos y hasta lo promovemos, promovemos esta realidad con frases como “el médico tiene que ser sacrificado por sus pacientes”, “el médico no debe de dormir ni comer por atener a sus pacientes”, “el médico no debería ni cobrar por atender a los más necesitados”, “esos médicos en vez de estar pidiendo derechos deben de estar trabajando sin quejarse”, y muchas más. Lamentablemente esos no son los únicos ataques a los que se enfrentan los médicos, ese paciente diabético que no toma la pastilla o se inyecta la insulina por temor a “hacer resistencia”; ese paciente cardiópata que insiste en comer embutidos y continuar fumando; ese paciente hipertenso que sólo toma su medicación cuando siente “calor en la cabeza”; ese paciente con gota que come carne e ingiere bebidas alcohólicas; y actualmente, ese paciente que permanece sin usar correctamente la mascarilla, que deja la nariz al descubierto para poder respirar, ese paciente que no cree en la enfermedad y que puede ser un portador que contagiará a muchas personas más; estos pacientes que no desean hacerse responsables de su enfermedad, ellos son los responsables de atentar no sólo contra el médico que tiene que atender en una emergencia casi colapsada, sino para el sistema sanitario nacional, para nuestra Medicina Peruana.

El día de la Medicina Peruana debe ser el día que celebremos como nación que a ninguno de nuestros hermanos les falte asistencia médica, que todos podamos gozar de ese derecho fundamental, que todos nuestros niños estén vacunados, que todas las mujeres se hayan realizado un examen de Papanicolau, que todos nuestros adultos y adultos mayores hayan tenido su examen médico anual, que la planificación familiar contribuya con la salud sexual y reproductiva de nuestra población, que los diversos programas (TBC, VIH, maternidad, y muchos más) hayan llegado a las personas adecuadas; el día de la Medicina Peruana debería mostrar los avances en salud que se van logrando año tras año, lamentablemente no es así; a pesar de eso,  sí podemos lograrlo, podríamos llegar a esa realidad siendo responsables de nuestro cuerpo, de nuestras enfermedades y de nuestro tratamiento; comprendiendo que el personal que nos atiende ha dedicado su vida a perfeccionarse; y además, entender que el sistema sanitario aún tiene falencias, que no sólo la padecen los pacientes, sino también el personal que trabaja en él.

Un médico es una persona que dedica su vida a su formación, sí es una profesión altruista, sacrificada e inmolada y más, ese profesional no se forma de un año a otro, podría afirmar que no se forma en los 7 años de la carrera universitaria, son 10, 15, 20 años o más, que hay que entrenarse, estudiar, perfeccionarse; un médico es una persona que ha puesto en segundo lugar a su familia, a sus amigos, que muchas veces deja de lado su salud mental y física, que elige separarse de quienes más ama por seguir mejorando y aprendiendo; un médico es una persona que toma todas estas decisiones para ayudar, para cuidar y proteger la salud de los demás. En este día de la Medicina Peruana reconozcamos a nuestros médicos que persisten en la lucha contra las enfermedades, que innovan para mejorar un sistema de salud precario, que alzan su voz no sólo para defenderse, sino también a sus pacientes; celebremos a los médicos que trabajan en lugares tan alejados que realmente no nos imaginaríamos que ahí exista una posta o un centro médico, demos un aplauso a todos aquellos que siguen luchando por llevar la Medicina Peruana a cada lugar de nuestro territorio nacional y aliviar el sufrimiento de nuestros compatriotas.

Como médico, espero que nunca abandonemos esos sueños e ideales de cuando empezamos la carrera, no perdamos la piedad y empatía que sentimos cuando atendimos a nuestro primer paciente, no dejemos de practicar la Medicina con ese amor y pasión que tenemos dentro. Feliz día de la Medicina Peruana a todos los colegas, sigamos trabajando para que la salud llegue a cada rincón de nuestro país, para que no le falta a ninguno de nuestros hermanos.